Yoyo de la Torre Toda una vida construyendo tradición
Gregorio de la Torre y de León es, probablemente, el hombre que más tiempo lleva en activo en la Vela Latina.
Nació en el barrio de Vegueta en el año 1926.
Minervista "desde niño", se inicia en la Vela Latina, como Juez de regatas, sobre el año 1963, incorporándose de lleno bajo el mandato de Jaime Santana Castellano, que sucedió a Juán Palmés, y compartiendo labores de organización con Paquito Moreno, Pancho Tabaquero, Luís, el piernitas, Pepe Juan "el Chino", Mateo, etc.
Es Juez de Regatas de la Real Federación Española de Vela desde el año 1962, y viene haciendo labores de organización de Regatas y tareas de Jurado de Vela Latina desde el año 1964.
Por aquellos años las regatas se celebraban los domingos por la mañana y por la tarde.
Comían en el Eduardo, con la gente del Juan Rejón y los patrones del Club. Después de comer regresaban al túnel para las regatas de la tarde.
Su vida deportiva se inicia en el Colegio de los Jesuitas, donde hace sus pinitos como futbolista. De joven juega en el Tamoa a los que llamaban los "brillantina". Todos le recuerdan por la tremenda fuerza con la que golpeaba el balón, y no menos por su gran nobleza y deportividad.
De la "gran patada" que Yoyo tenía puede da buena fe Gabriel (Belito el de los capotero), que jugaba con él de medio centro (Yoyo era defensa central) y un día fué a despejar, dándole con el balón en las espaldas a Belito y tirándolo "en peso pa´lante".
Posteriormente juega en el Gran Canaria, que disputa la promoción contra el Porteño, para luego fichar en el Victoria, con el que juega el campeonato de Canarias contra el Hespérides de La Laguna, a los que ganan por 1 - 0. También jugaba Ignacio Jorge, Peña, Cedres, Manolo Montes de portero, etc. El correo procedente de Tenerife tenía que salir a las 12 de la noche y, de tanta gente que había, salió a las 6 de la mañana. Llegan al muelle Santa Catalina a las 2 de la tarde y casi se va al fondo al ponerse toda la gente por la banda que daba al muelle. Allí les esperaba una gran cantidad de gente, amenizados por la Banda Mejías.
Ese fué el último año que jugó Miguel el Palmero en el Victoria. Corría la temporada 1948-49. Mujica se fué para el Atlético de Madrid, al igual Lobito Negro, que jugaba en el Marino, Alfonso Silva, que jugaba en el Victoria y anteriormente en el Hespérides, Agustín y Durán de Tenerife y Manolito Farías, también del Marino y que después del Atlético jugó en el Santander.
Yoyo de la Torre se fué a la Península, a jugar en el Plus Ultra, filial de Real Madrid. Llegó a jugar en el Estadio Insular contra la Unión Deportiva, en la ocasión en la que Oscar el Chicharrero formó una bronca de consideración.
Estudió en los Jesuitas, donde coincidió con Jerónimo Saavedra.
Cuando llega a la Vela Latina, no se contaba con ninguna falúa propia, y "escapaban" gracias a las falúas de Perico el Carnicero, la Milagrosa y la Batata.
Gracias a su constante insistencia se construyó "La Hucha", probablemente la falúa que más años ha servido de apoyo a nuestras regatas.
Yoyo de la Torre y Jaime Santana Castellano consiguen la ayuda del Cabildo y de la Caja de Ahorros para construir una embarcación de remolque.
Como Yoyo conocía a Casiano, que era el ingeniero naval y director de Astilleros Canarios, ya que habían estudiado juntos en los Jesuitas, le pidió ayuda técnica y éste le hace unos planos en los que realiza una rectificación a los planos de la Gali, de Perico el Carnicero, dándole más fuerza de popa para aguantar la potencia del motor Volvo y con el fín de mejorar su rendimiento para el remolque.
Para ello solicita la mediación de Amalio Barrera, su compañero de trabajo en el Hotel Gran Canaria. Amalio habla con Paco Ortega (el queque) y Fernando Marrero, que fué el que hizo el Tamarán e iba con Amalio en el Rejón.
Fernando Marrero había enseñado a su compadre Paco, que era sobrino de Maestro Pepe Gaspar, y es éste el que "arraya" la falúa, después de hacerle un presupuesto ajustado a las indicaciones de Casiano, Yoyo y Amalio.
A lo largo de su trayectoria en la Vela Latina ha ocupado en distintos momentos diferentes responsabilidades en la institución federativa, desde su participación y asesoramiento en la elaboración de los Estatutos de la Federación, siendo tambien presidente del Comité de Regatas, secretario durante parte del mandato de Fernando Roque y siempre asesorando a todo el que le ha solicitado su colaboración, poniendo a disposición de la organización de regatas toda su experiencia y sabiduría.
Todos los que conocemos a Yoyo le apreciamos y agradecemos sus sabios consejos y sus comentarios, siempre comedidos.
Desde el Rincón del Matrós, en la seguridad de ser portavoces, en este caso, de la gran familia de la Vela Latina, queremos agradecerle toda una vida dedicada desinteresadamente a nuestro deporte, al tiempo que queremos unirnos al mas sentido y grandioso homenaje público que se le ha de rendir.