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sábado, 26 de febrero de 2011

Como un clavo en la testuz




            Como un clavo en la testuz se ha recibido por muchos de los viejos del lugar, firmes apostantes por los jóvenes y la permanente renovación, una increíble decisión de la Asamblea de la Federación de Vela Latina Canaria, en virtud de la cual el crecimiento del número de deportistas en activo de nuestro deporte se verá limitado.

            En la asamblea “técnica”, celebrada el pasado mes de enero de 2011, se tomaron decisiones que, en el fondo, resultan contradictorias en el espíritu de las mismas.
Por una parte, para darle una mayor competitividad y atractivo al Campeonato de pegas, se tomó la decisión de dividir la flota en dos grupos, en los que cada año se produzcan ascensos y descensos, con un menor número de botes en cada grupo, lo que permitirá desarrollar un calendario a doble vuelta, igualando de este modo la ventaja que pudiese representar el orden de salida. Esta modalidad de competición entrará en vigor para la temporada 2013.

Sin duda, con esta apuesta por modificar algunos aspectos de la competición, se persigue reavivar el interés por todas y cada una de las regatas, pues siempre habrá algo en juego y, por ende, suponemos, se consiga recuperar el interés de los aficionados y que éstos encuentren un aliciente para volver a sacar los prismáticos del trastero y regresar a disfrutar y llenar de nuevo la avenida marítima.

Cada uno de nosotros podrá discrepar en algún detalle o matiz de lo aprobado, pero es de reconocer y halagar el espíritu de renovación que esta propuesta aprobada encierra.

Por otra parte, sin embargo, es contradictorio el hecho que en la misma asamblea, por tanto con los mismos miembros de pleno derecho y, suponemos, sin cambiar de repente el espíritu y significado de su voto, se aprueba la limitación en el número de licencias por club. ¿No es realmente contradictorio?. Nos explicamos:

El representante institucional de uno de los clubes con derecho a presencia, con voz y voto, presenta una propuesta de limitación de licencias a 30 por club, incluidos los menores de edad; imaginamos que sin haber reflexionado y caído en la cuenta de los daños colaterales que su propuesta llevaba consigo (en sus interiores de adentro). Tras un breve debate se pasa a la votación y se aprueba la limitación con una mayoría suficiente. Hasta aquí todo perfecto y todo de un modo democrático. Pero, ¿se dio tiempo suficiente a los asamblearios para meditar una decisión de tal trascendencia?. ¿Eran los asamblearios conscientes de que la propuesta podría representar el cercenar y echar por tierra la labor que algunos (pocos) clubes están realizando en Pro de la promoción de nuestra modalidad de vela?. ¿Existe alguna federación que ponga límites a su crecimiento?.

            Ante esta decisión, sin duda con el supremo respaldo de la mayoría democrática, no podemos por menos que sentirnos heridos en lo más hondo de nuestro ser, pues no en balde siempre hemos apostado y trabajado por la renovación y el apoyo incondicional a la llegada de más y más practicantes, de jóvenes a los que darles una posibilidad de disfrute, que le aleje de otros disfrutes, artificiales, muy frecuentes en nuestros días.

Esperamos y animamos a los asamblearios de nuestra federación a reparar el, a nuestro juicio, craso error y, en una próxima asamblea, reconviertan el espíritu de limitación por una apertura hacia nuestra sociedad, a la que podemos dar una alternativa de vida.


Desde la humildad de este blog queremos hacer un llamamiento a todos los que piensen del mismo modo en este punto y consigamos para nuestra vela latina quinientas diez mil voluntades, frente a las 510 licencias a las que nos han limitado nuestros representantes, sin pensar en los 510….. aficionados actuales y futuros a los que debemos el máximo respeto.