Trofeo Federación

Trofeo Federación

Claro triunfo del Estibadores Portuarios

   El bote representativo de los Estibadores del Puerto de la Luz se hizo con el triunfo en el Trofeo Federación de Vela Latina Canaria. Su triunfo se basó en dos pilares fundamentales: por una parte, un mejor rendimiento con respecto al Pueblo Guanche y por otra, la paciencia y aprovechamiento de los errores tácticos del Villa de Agüimes.

   Toma la salida en primer lugar el Villa con mayor velocidad que sus rivales, sobre todo con respecto a un Guanche que no logra navegar con soltura. Portuarios intenta compensar la mayor velocidad del Agüimes con algo más de ceñida y paciencia, sobre todo paciencia. A partir de los cinco minutos de iniciada la regata se empieza a echar de menos una toma de la iniciativa por parte de los chicos del Villa, que desaprovechan la primera oportunidad de marcar las diferencias y colocarse en el “puesto de control” de la regata, optando una vez más por la decisión azarosa que, en ocasiones, le ha dado resultados positivos.

   En cuanto al Guanche le llega el role y tiene altura suficiente para proponer un bordo largo hacia tierra, toma la iniciativa y a continuación vira el Portuarios, para no dejarle escapar y limitarle el espacio libre por sotavento. Tras ellos tumba el Villa, cuando aún se mantiene el asombro, entre la mayoría de los buenos regatistas que hoy disfrutan la regata por tierra, por haber dejado escapar tan clara oportunidad. Pero la regata no ha hecho más que empezar y los chicos del Villa no van a desistir en la búsqueda de una nueva oportunidad.

   Como era de esperar, en el largo bordo hacia La Laja el Portuarios le va saliendo por la proa al Agüimes, al mismo tiempo que mantiene al Guanche bajo control. A media agua, en vista de su desfavorable situación, el Villa cambia de bordo hacia la mar, esta vez sí, en una decisión acertada y creando la duda en los del Portuarios, que deciden seguir controlando al Guanche hasta tierra.

   Cuando Guanche y Portuarios viran en La Laja hacia la mar entran en una zona en la que el viento es escaso, por lo que invierten casi 15 minutos en llegar hasta San Cristóbal mientras el Agüimes, mucho más enmarado, tiene una interesante y constante presión de viento y se ha adelantado claramente a sus rivales. Tal vez por la golosina de la posición, relativamente engañosa, o porque estaban disfrutando de la velocidad del botito, los del Villa vuelven a cometer un nuevo error dejando pasar la oportunidad de mantener controlados a sus rivales con una corta y sencilla virada “de seguridad”.

   Al Norte del Castillo de San Cristóbal el Portuarios ha mejorado su posición y aminorado su desventaja con respecto al Agüimes y ha incrementado su distancia respecto al Pueblo Guanche. Cuando los botes llegan a la altura de la desembocadura del Barranco Guiniguada, Agüimes y Portuarios navegan en bordos opuestos, pasando bien el Villa por la proa y dejando salir demasiado a los rojillos hacia afuera (¿¿??). El Guanche se encuentra rezagado, con escasas opciones, pero a la expectativa para aprovechar la mínima oportunidad que se le presente.

   Los chicos del Portuarios no pierden la concentración en ningún momento. Antes que el Agüimes pique tierra entre el Teatro y el Muelle de Las Palmas, Portuarios vira hacia tierra, a la caza de su inmediato rival del momento. Cuando ambos botes se vuelven a encontrar, con el Portuarios a estribor, este pasa por la proa y prolonga lo justo para marcar a su rival, como mandan los cánones y escuchándose en tierra los comentarios de “claro, así es como es, entre el contrario y la meta”, sin caer en la ambiciosa y prematura (no se ha superado aun el obstáculo siempre influyente del espigón del muelle de Las Palmas) decisión del abandono y “me voy para la meta”, cuando la victoria se obtiene invirtiendo menos tiempo que los rivales y a partir de un segundo.

   Los rojillos marcan a sus rivales y realizan un corto bordo hacia afuera, justo lo necesario para montar el espigón y navegar delante de sus rivales con rumbo a la meta, anticipándose al Villa nuevamente, como mandan los cánones.

   Llegados a las aguas próximas al muelle deportivo la tripulación del Estibadores Portuarios va aproximándose poco a poco a la línea de llegada maniobrando finamente con los roles y con un destino claro, que no es otro que la embarcación del Comité.

   Mientras el Portuarios entra victorioso en la meta, Villa y Guanche continúan su disputa por entrar en segundo lugar, llevándose el gato al agua el Guanche.

   Tras la entrada en las aguas interiores de la base náutica, la familia portuaria festejó el triunfo en una competición absoluta, triunfo que se le había resistido bastantes años, tal vez demasiados. Cierto es que este Trofeo Federación se puede considerar el menos importante de los cuatro “grandes” de la temporada, pero no es menos cierto que cuando se gana sabe a merengue de relambío.

¡¡Enhorabuena Chiquillos!!

La imagen de la jornada

Estibadores Portuarios CAMPEÓN

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