la eterrrna juventud
Carmelo Milán Cabrera, "papi", nace en el barrio del Lugo en el año 1932. Su primer contacto con la Vela Latina se produce en el año 1962 ó 63, en que se embarca en el Tamarán (12).
"Me iba por la plaza del Puerto y me embarcaba en el Tamarán".
Se iba los jueves a la tarde, que se echaba siempre el bote, por donde estaban todas las carboneras, y donde también se arranchaba. Carmelo entraba a la carbonera, por la calle Juan Rejón y después de preparar el bote, si hacía falta gente, se embarcaba, que no era tan fácil embarcarse como ahora, "que embarcan a gente que no sabe ni caminar en el bote".
Los días que no salía en el Tamarán, embarcaba en el Breca, con Miguel Piteras y Angelito el Cachimba.
Recuerda que en una ocasión, el día que se celebró una de las más famosas regatas de la historia de nuestro deporte, fueron al Túnel en el Breca 9 marineros, aunque el Breca era un bote de 5 metros. La regata enfrentaba a Poeta Tomás Morales y Porteño. Fué incluso radiada en directo y movilizó a un número de aficionados que en muy pocas ocasiones se ha igualado.
Carmelo fué uno de los dueños del primer Arenales. En 1964 construyen el bote (el trabuco) y sale a navegar pintado como "salgoriao" con marineros como el Pelón, Carmelo el Guirre, Antoñito el de la Unelco, Fajardo, Carmelo el Panadero y Tonilo Ceballos de patrón.
En esta época navegaba en el Arenales los domingos por la mañana y por la tarde iba en el Pepsi Cola, que le pagaban 25 pesetas a cada marinero. Tonilo tambien hacía lo mismo, pero a él le pagaban 500 pesetas por regata. Iban a almorzar al Refugio, a ca´el Mudo.
En el año 1967 se va al Portuarios, que sale por primera vez, tambien con Tonilo como patrón.
En el Chupa-chúp se pega "la tira de años", hasta que el Portuarios se cogió y se amarró en el sindicato. Navegó con el gran Ismael, Antonio el de San José, Miguel el de San Cristóbal, los hijos de Tonilo, etc.
En el año 1992 recuperan de nuevo el Portuarios con una tripulación formada, en su mayoría, por tripulantes de la época anterior. Les llamaban la tripulación del asilo. Posteriormente, ya incorporado a la directiva José Marrero, construyen un nuevo casco que ya empieza a patronearlo Octavio Jiménez. No obstante, el casco viejo vuelve a navegar al año siguiente, pero con el nombre de Sestiba.
Recuerda perfectamente la regata que corrieron aquella tarde de domingo el Porteño y el Portuarios, tras el fallecimiento de la madre del Pelón, y que los dos botes pasaron todo San Cristóbal, hasta la baja del Castillo, emparejados hasta llegar a tocarse la barrigas. "Había un viento del diablo", "hoy en día esas regatas se suspenden". Y es que antes se regateaba con todo tiempo. Fué una regata impresionante, además de emotiva.
"Antes había más marineros".
Vuelve a navegar un año en el Arenales, con un casco nuevo, en la temporada 1987, pero no termina la temporada. Se marcha antes, porque en una regata con el Morales, que se jugaban parte del Campeonato, "pasaron cosas raras". A partir de este momento se toma un retiro voluntario, hasta que le vuelve a llamar Tonilo en el año 92. Sin embargo, no pierde el contracto con los botes, pues se va a ver todas las regatas por tierra, aunque no roza el muelle.
En el año 2003 se embarca por última vez para ir al Túnel en el Portuarios. A partir de ese momento comienza a hacerse cargo de la comida de la tripulación.
En los últimos años es colaborador de la Federación, como patrón de una embarcación auxiliar y es el cocinero oficial del Unión Risco.
Carmelo un día me aclaró el orígen de su actual apodo:
Desde hace muchos años, a Carmelo se le apodaba "el lejía" (y aún le llamamos así los que le conocemos desde antaño). Una vez que los botes llegan a instalarse en la punta del Muelle Deportivo, a raiz del cariño que le tenía Domingo Dámaso (encargado general de dicho muelle), éste le empezó a llamar Papi. Desde esas fechas, sus nuevos amigos le empezaron a conocer como Carmelo "el Papi".
No obstante, si vas por el barrio del Lugo y preguntas por el Papi, pocos te darán referencias, pero si preguntas por Carmelo "el lejía" te dirán enseguida como, cuando y donde encontrarlo.
Buen retrato, una forma de hacer justicia a los que han hecho historia, esa que nadie cuenta.
ResponderEliminarMuy bien, como siempre.
ResponderEliminarMe encantó lo de eterrrrrrrrrrrrrna juventud. Parece como si lo dijera el Papi, con su forma de hablar tan particular. Vaya salud tiene ese hombre. No aparenta la edad que tiene.
Gracias Matrós por tu dedicación.