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martes, 29 de junio de 2010

¿Donde está el niño?



¿Donde está el niño?, ¿donde está el niño?



se preguntaba Chanito, mirando a todos lados.

¿Donde está el niño? repetía sin encontrar respuesta.

Por fín lo vió, de pie en la orilla y en buenas condiciones aparentes.

Entonces, entonces Chanito descansó.

Es lunes 29 de junio de 1970. El reloj palomero marca algo más de las doce de mediodía. Se celebra la festividad de San Pedro y San Pablo y en el Túnel de La Laja se concentran gran cantidad de aficionados para seguir las regatas del día.




En la mar varias embarcaciones, tanto del Comité de Regatas como de algunos aficionados y colaboradores, así como todos los botes que se disponen a celebrar las pegas.


En la Batata los Jueces Mateo y Paco Moreno, en la Milagrosa Pepe Juan El Chino y Fachico, en La Hucha Gregorio de la Torre con Pancho Tabaquero.


Entre las embarcaciones de aficionados, la falúa auxiliar del Eduardo, con Chanito Ceballos, Antonio Negrín, Antonio Betancor, Miguel Angel "el Cicuta" y un jovencísimo Carlos Ceballos, todos ellos marineros o colaboradores del Perico, que había vencido el día anterior, domingo, al Molino de Viento, que se había hundido.


La falúa, que era "emprestada", tenía un motor de gasoil y era auxiliar del Eduardo, barco atunero con amarre en el muelle de La Luz.


Antes de llegar al Túnel, la falúa de Chanito se acerca al Poeta Tomás Morales, que lo llevaba Manolo Ceballos, para pedir un fósforo con el que encender el "último cigarrito". En el Morales, Antonio "el Camello" le dice a Paquillo "el del cementerio" dale fuego al viejo y que se quede con la caja de fósforos, caja que Chanito acepta y agradece enormemente.


Una de las regatas del día enfrentaba al Juan Rejón y al Progreso (Castillo de la Luz o Blancarosa). En el Juan Rejón, marineros como Amalio Barrera, Ramón Medina o Juani Santana, patroneados ese día por Chano Ceballos, patrón del Perico, que sustituía al titular del Rejón, Enrique Boissier, por encontrarse éste participando en un Campeonato de España en Santander. En el Progreso (Castillo de la Luz o Blancarosa) Juan Santamadre, los hermanos Bonilla, Bartolo, etc. y patroneado por Luís Betancor, cuñado de Miguel "el elefante" (Miguel Quintana) y siendo presidente Ignacio, que fué jugador de la Unión Deportiva Las Palmas.


Nada más salir del Túnel el Rejón se va "como una rueda de fuego", mientras el Progreso (Castillo de la Luz o Blancarosa) pasa algunos apuros y acaba trabucando. Yoyo de la Torre recoge en La Hucha a toda la tripulación y solicita de Chanito que lleve de remolque el palo del bote trabucado, a lo que éste accede, además de llevar a dos marineros del Progreso (Castillo de la Luz o Blancarosa). Durante las maniobras de "captura" y amarre del palo, uno de los cabos de los obenques se enreda en la hélice, provocando la avería y que la embarcación se quede sin gobierno y sin que las dotaciones de ninguna de las embarcaciones restantes se percaten de los problemas que sufren Chanito y sus compañeros, a pesar de que hacían ostensibles señales en petición de ayuda.


Chanito, en un determinado momento, al ver el cariz que empieza a tomar la situación, dice a sus acompañantes que se vayan quitando las camisas y a su nieto Carlos le recomienda que se agarre bien.


Poco a poco la mar va empujando a la embarcación hacia tierra, hasta que finalmente varias olas le hacen "picar la proa" y acaba zozobrando, sacando a sus tripulantes por la potabilizadora, donde son auxiliados por algunos operarios y atendidos en primera instancia sobre el césped de la explanada.


"La mar nos botó en tierra prácticamente desnudos" recuerda Antonio Betancor, al que aún hoy se le siguen poniendo los pelos de punta cuando recuerda lo mal que lo pasaron y como "escaparon".






El primero en alcanzar tierra es Carlos Ceballos, que a la sazón contaba con 14 años. A continuación la mar va dejando sobre los "callaos" a todos los tripulantes, con diversas magulladuras.


¡¡ Abueloo !! ¡¡ Abueeelooooooo !! gritaba Carlos y se preguntaba: ¿dónde está mi abuelo?. Hasta que las miradas de abuelo y nieto se cruzaron y, entonces, entonces Chanito descansó.


Cuando llega la ambulancia se lleva en primer lugar a Chanito Ceballos y luego son trasladados el resto de los accidentados, reuniéndose todos en la Casa de Socorro de Las Palmas, para realizarles la revisión y las curas correspondientes.


El periódico El Eco de Canarias del día siguiente, en su página 18, titulaba: "La mar cobró ayer su tributo..... en los acantilados ..... de la Mar Fea".


El sepelio de Sebastián Ceballos Martín se celebró el 30 de junio en el Cementerio de San Lázaro, produciéndose muchas escenas de contrariedad, tristeza y dolor, ya que Chanito era hombre muy querido por todos y conocido por muchos más.


Chanito Ceballos era Cambullonero del Carnet Negro y había sido, entre otras cosas, escotero del 14 de Abril, donde iba con Agustín El Garrucho y Domingo Oramas de Patrón.
En el muelle era muy respetado por ser hombre de palabra, recto con sus compromisos y justo con las particiones de beneficios para cada taifa, después de algún negocio de cambulloneo.


Pasados ya los años, su hijo Chano Ceballos aún seguía con el guineo: "Si yo no hubiese llevado el Rejón ese día a mi padre no le hubiera pasado lo que le pasó".



Hoy aquel niño, después de un retiro voluntario de largos años, ha vuelto a navegar y es el patrón del Porteño.







Al perderse la falúa, Pepito el del Alcorde les regala el Alcorde viejo y en este casco ajustan el motor, lo único que habían salvado del "naufragio".


Se comenta que Chanito se murió con la pena de no ver al Garrucho embarcado en el Perico, pues tenía una gran fé en él, ya que sabía colocar una vela, colocar a la gente, llevar el bote, etc.







Chano Ceballos, que llevaba ese día el Rejón, no se enteró de lo sucedido hasta llegar a la Gran Canaria. Luego le acompañan todos los tripulantes del Juan Rejón a la Casa de Socorro de la calle Tomás Morales y alli se encontraron con la desagradable realidad. El "viejo" estaba de cuerpo presente esperando que llegara el forense.



Hoy, 29 de Junio de 2010, se cumplen 40 años de aquel luctuoso hecho. En la memoria de la historia de nuestro deporte y en la memoria de todos los que por aquella época ya andábamos por aquí, han quedado grabados "a fuego" los hechos acaecidos y podemos asegurar que aún lo recordamos, cada vez que vemos a alguno de los involuntarios protagonistas.


El rincón del Matrós no podía pasar por alto este 40º aniversario y quiere compartir con todos este trocito de nuestra memoria.


Agradecimientos a Chano y Carlos Ceballos, Antonio Betancor, Antonio Negrín, Amalio Barrera y Paco el del cementerio, sin los cuales habría sido imposible recordar algunos de los pequeños detalles de esta historia.


Salud.

9 comentarios:

  1. Relato verdaderamente impresionante. Al leerlo parece que una lo estuviese viviendo. Mi abuelo me contó algo de un señor que se había muerto en el Túnel, pero sin mucho detalle. La forma de contarlo y los pequeños detalles que incluyes han conseguido que a mi tambien se me pongan los pelos de punta.
    Gracias por compartirlo y enhorabuena de nuevo.

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  2. Muy muy bueno.
    Felicidades.

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  3. Hoy ha fallecido chano ceballos hijo.....destino o coincidencia?¿.....El entierro sera mañana miercoles 30 en el cementerio de San Lazaro.

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  4. una verdadera historia.

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  5. Es importante recordar la historia, aunque esta sea triste como esta.

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  6. Juan Antonio García MORÁN30 de junio de 2010, 8:52

    Primero un apunte, el Chano Ceballos fallecido hace unos dias no es el hijo del protagonista de esta historia, es el hermano de Juan Ceballos "El Comandante" y de Tonilo Ceballos "Manos Negras" y tío del Pelón y Chanin.
    Aquel que es incapaz de vivir, ni sentir, ni interesarse de corazón por la historia pasada del deporte que practica(esto es sentir amor por este deporte), no tiene derecho a practicarlo.
    Y a la Federación y Asamblea un recado,les digo, para cuando un homenaje a la HISTORIA VIVA de este deporte, llamese Chano Ceballos Perdomo, Yoyo de la Torre León, etc., van a esperar que se vayan de permiso, para hacerlo a titulo póstumo.

    SALUD.

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  7. Víctor Fernández30 de junio de 2010, 9:05

    Buenos apuntes, Morán. Estoy contigo en todo lo que dices.
    Sin embargo, nosotros no nos debemos quedar a la espera de que lo haga la Federación, por si acaso. Por eso, desde hace unos meses, con toda la modestia de nuestros medios y de nuestro tiempo, estamos intentando dar a conocer parte de nuestra historia, de momento, viva.
    Ya tenemos preparados más personajes de mi libreta colorá, mi particular libreta en la que he ido tomando apuntes a lo largo de mi vida en la Vela Latina y personajes con los que tu y yo hemos tenido el privilegio de compartir tantos ratos y disfrutar de su experiencia.
    Gracias por tu empuje.
    Salud. Víctor Fernández.

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  8. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  9. Preciosa historia y muy fiel a la verdad. Soy Javier Santana Ceballos, el segundo nieto de Chano Ceballos hijo (Ceballos Perdomo), soy sobrino de Carlos Ceballos (el niño de la historia) y soy primo de Santi Ceballos (el niño de la primera imagen, junto a mi bisabuelo).
    Encontré este blog de casualidad buscando en internet y la verdad me alegra muchísimo que exista, y felicito al responsable por haberse documentado tan correctamente.
    Al comentario anónimo del día 29 de junio de 2010 12:48, debo corregirle que quien falleció en esas épocas era el otro Chano Ceballos, primo de mi abuelo y hermano de Tonilo. Felizmente, mi abuelo Chano, hijo de Chano y padre de Carlos (con tantos nombres repetidos en la familia es difícil orientarse) sigue vivo a sus creo que ya 85 años. Hoy mismo le enseñaré esta página.
    Es una lástima que la federación olvide a los históricos y apoyo la idea de un homenaje. Pueden contar con mi colaboración en ese caso.

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