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martes, 18 de mayo de 2010

Tino de la Nuez


Tino

la paciente certidumbre

Agustín de la Nuez Martín, "Tino", como tantos otros de su época, se ve obligado a trabajar desde los 12 ó 13 años, como ayudante de carnicero. Ejerce su profesión, entre otros lugares, en la Plaza de Las Palmas, el viejo mercado de Escaleritas, el Central y, finalmente, en el Mercado Altavista, donde se jubila en 2003, después de 45 años entre perniles, solomillos, babillas, fríos, puntillas y machetes, teniendo siempre un exquisito trato para con sus clientes, a los que mimaba y consideraba como de su familia, hasta que un problema físico le impide continuar defendiendo su puesto en el Mercado.

Se inicia en la Vela Latina en el año 1966, en el bote de su barrio, el San Cristóbal, cuando contaba con 22 años.

Me recuerda Tino la razón por la que el San Cristóbal tiene el número 19 en su vela, cuando le debía corresponder el 18, por el orden en el que fué a inscribirse en la Comandancia de Marina. Pero esa historia, entrañable de veras, la contaremos en otra ocasión. Recuerda también Tino que eran años de mucho trabajo y escasez de recursos. Las velas se hacían para que duraran 6 ó 7 años y los botes para que duraran "toda la vida". No era el San Cristóbal precisamente un bote puntero, por lo que se necesitaba mucho, muchísimo entusiasmo, para poder mantenerse cada domingo, año tras año, en la brega y al pié del cañón.


En 1974 el bote de San Cristóbal no se inscribe en la competición, por lo que Tino, en compañía de varios de sus compañeros, entre los que destaca Antonio "el Seiko", deciden sacar a navegar el Bandama, bote con el que compiten durante 2 años. En el año 1975 ganan el concurso Día de la Hispanidad.


Acabada esta temporada, Maestro Eusebio les propone construir un nuevo bote, que les representaría el mismo esfuerzo económico que la reparación del viejo Bandama. Siguen los consejos del entendido y contruyen un nuevo bote, poniéndole de nombre Roque Nublo.


En el nuevo proyecto se "embarcan" los amigos, además de los citados Tino y el Seiko, Juan el gafas, Boro, Carmelo y Luis Martín, Sene, Nicolás Negrín, Miguel, Juan Carmelo, etc.


En 1978 es patrón del Roque Nublo, compartiéndo la caña con Juan Carmelo. En 1981 es ya el patrón oficial y único del bote y logran el Campeonato de esa temporada. El el año 1982 patronea el Virgen del Carmen y en el año 1983 inicia la temporada en el Poeta Tomás Morales, llevándolo solo 3 regatas y continúa la temporada en el Unelco, bote con el que llega a la final de la Eliminatoria de La Caja, final en la que , curiosamente, también participó el Morales, aunque ninguno de los dos pudo hacerse con el título, pues el tercero en discordia se llevó el gato al agua, y no era otro que el Perico "repiquete".


En el año 1984 regresa al bote de su barrio, bajo la presidencia de Luis "Cartalla" Santana Rojas. Serán años muy buenos para el bote del barrio marinero, con la obtención de varios títulos.


En el año 1996 decide tomarse un tiempo de descanso de botes y pasar a ser colaborador "sin tanto compromiso". Pero ya se sabe que uno es el que propone pero no siempre el que dispone. Es así que, debido a un compromiso ineludible, acepta llevar el Villa de Agüimes durante esa temporada, bajo la presidencia de José Armas Barber. Pero el entusiasmo de Tino no tiene límites y el compromiso de una temporada se convierte en un trienio, desde 1996 hasta 1998.


Pasa luego varios años colaborando con la Federación de Vela Latina Canaria en tareas de apoyo y remolque, hasta que en el año 2002, acabada la temporada y tras una de esas tardes de coincidencias y causalidades, decide "crear" un nuevo bote, utilizando un viejo casco del Portuarios, al que le pone un nombre más que evocador.

Vuelve a navegar un bote con el nombre de Guerra del Río. En este bote se encuentra ahora Tino poéticamente embarcado, como "el marinero en tierra" de Alberti.


Sin Tino la Vela Latina, probablemente, seguiría existiendo pero, sin ninguna duda, sería diferente.




2 comentarios:

  1. Buena semblanza y repaso a una vida.
    Tino es de las personas más queridas en el muelle y bien merece que le hayas dejado un espacio en tu cada vez más rica libreta.
    ¡enhorabuena!

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  2. Soy su sobrino, y mi tío es la persona que siempre he admirado, es la persona que jamás se puese dejar en el olvido, me acuerdo de ir de pequeño junto a mis padres, a verle en las regatas, y a comprarle la carne en la carniceria donde trabajaba, pero lo mejor de todo su corazón, es mas grande que su pecho. Hablar de el hace que se me salten las lágrimas. Gracias a su mujer, mi tía Saro, que siempre esta junto a el y ambos formam la pareja ideal, son de verdad un orgullo para mi y mis hermanas.

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