Antonio Marrero Peña, Tito, nace en el año 1931, en el barriada de Guanarteme y luego se traslada a vivir, después de la guerra, a la zona entre Presidente Alvear y Montevideo.
Desde muy joven se ve obligado a trabajar y lo hace en la factoría de pescado Santo Domingo, que estaba en el puerto. Sin embargo, la fábrica de Ojeda estaba junto al Frente Obrero, cerca de lo que hoy es la calle Franchy Roca. Más tarde se trasladaron a la zona del Rincón.
¡¡ Ay, cuánto fuimos a pescar muchos al famoso muro de Lloret !!
Desde muy joven se ve obligado a trabajar y lo hace en la factoría de pescado Santo Domingo, que estaba en el puerto. Sin embargo, la fábrica de Ojeda estaba junto al Frente Obrero, cerca de lo que hoy es la calle Franchy Roca. Más tarde se trasladaron a la zona del Rincón.
¡¡ Ay, cuánto fuimos a pescar muchos al famoso muro de Lloret !!
Juega al fútbol en los Arenales y luego en el Pino. Jugaba en el campo donde también lo hacían Molowni, Mujica, Lobito Negro y "toda la pandilla", en lo que era el barrio del Pino. Se jugaba asimismo delante de la iglesia que daba nombre al barrio, que todo aquello era nada más que arena.
En el año 1964 inicia su vida deportiva en la vela latina, embarcando en el Unión Pino, navegando con marineros de la talla de Marcial y Pedro Mesa. Los patrones habituales eran Tony Arias y Manolito Artiles, siendo Tito en un principio contramurero y luego murero.
En el año 1965 se quedan campeones del grupo II y Tito aún conserva las fotos de cuando pasearon al bote embanderado por el barrio.
El Bote lo preparaban en la aviación, junto a la base naval, por la carbonera.
Cuando el Pino deja de navegar se enrola de murero en el Perico, con los históricos Chano Ceballos, Miguel Angel el Cicuta, Pepe el Calafate, Juán Morán, etc. Estuvo solo unos meses, pero lo recuerda como si fuese "antier".
Fué fundador del Pueblo Guanche, que sale por primera vez en el año 1978, junto a los hermanos Mesa (Marcial, Pedro, Joaquín y Domingo). En el año 1977 se reunen en el barranquillo 16 ó 18 amigos y acuerdan hacer un bote nuevo y ponerle el simbólico y representativo nombre de Unión del Pueblo Guanche, al que se adjudica el número 29 para su vela. En el año 1982 se quedan campeones del Campeonato y ganan la Copa Isla de Gran Canaria, que se pone en liza por primera vez.
En el Guanche navega hasta 1993, año en el que recala en el Sestiba, para hacerse cargo del mantenimiento del bote, a petición de José Marrero, y teniendo que embarcar en más de una regata, por necesidades de tripulación.
En la actualidad colabora con el mantenimiento del Puerto de la Luz.
Es un experto en la realización de costuras, nudos y amarres "eficientes". Muchos de los actuales responsables de amarrar las empuñaduras de la vela de cada bote han aprendido de Tito.
En la época en la que los botes estaban en la punta del Deportivo, casi todos los sábados o domingos amarraba la empuñadura de 8 ó 10 velas de distintos botes, haciéndolo siempre con entusiasmo y cariño y sin pedir nada a cambio.
En los últimos años ya se le nota cansado, con andar pausado, "al golpito", aunque sigue colaborando con todos los que le solicitan su ayuda. Es entrañable en su conversación y en el relato de sus diversas experiencias y anécdotas boteras, aunque le cuesta recordar muchos detalles.En la época en la que los botes estaban en la punta del Deportivo, casi todos los sábados o domingos amarraba la empuñadura de 8 ó 10 velas de distintos botes, haciéndolo siempre con entusiasmo y cariño y sin pedir nada a cambio.
Cada fin de semana se le ve acompañado de su esposa, la encantadora Rita, que está pendiente de que Tito se tome la medicación a su hora y no realice demasiados esfuerzos; tarea bastante difícil, pues Tito "no se sujeta" sentado en un banco y considera que tiene que hacer muchas cosas, que nadie las hará como él.
Suele recordar los años en los que se pasaban bastantes penurias para sacar un bote, pero al mismo tiempo recuerda con nostalgia la unión que existía. Para hacer la comida, cada uno aportaba algo: unos las papas, otros el pescado, la bebida, etc. Tito, por su trabajo, siempre aportaba el pescado para el sancocho o la gallegada, además de vender, como todos, los números de las rifas que se hacían, en combinación con los ciegos.
Recuerda tambien que en los años del Pino algunas de las personas que medían las velas para cortarlas y llevarlas a Fefita la costurera, eran Perico el Carnicero o Manolo La Fiera.
Tito es, sin duda, uno de esos marineros que no ha pasado desapercibido, por su tremendo poder físico y por su nobleza y carácter.
la has clavado, ánimo y que no de´caigas....
ResponderEliminarHay que conocer lo que tenemos. Muy buena labor.
ResponderEliminarBuen trabajo de nuevo, Matros. Precioso este homenaje.
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