7ª jornada Campeonato

Portuarios gana al Villa en El Regatón

Minerva vence ante el Unión Risco

            Tarde calurosa con cielo despejado que transmite buenas sensaciones. Según el Comité de Regatas el viento en la salida es Norte de fuerza 5 en la escala de Beaufort (18 – 20 nudos). La mar se ofrece tendida sin embargo, debido a la presencia de viento procedente del NW. En definitiva, tiempo bonancible ideal para el disfrute de una espectacular tarde de botes.

            A la hora acordada se presentan las embarcaciones en la zona de salida, con la excepción del Porteño,  que disfruta de su jornada de descanso y la ausencia de Unión Arenales y Guerra del Río, pareja que tiene su regata aplazada a solicitud del Arenales, debido a la avería sufrida el pasado sábado 4 de junio.

               Mal pinta la cosa para los del Lugo que no encuentran el modo de solucionar sus problemas con la compañía de seguros, lo que por momentos hace plantearse a sus dirigentes la posibilidad de retirarse de la competición. Desde aquí les alentamos a que actúen con serenidad y no descarten ninguna posibilidad de mantenerse en competición como, por ejemplo, acabar la temporada con otro casco. Precedentes existen en nuestra historia. Ya sabe nuestro amigo Barreto que puede contar con nosotros para colaborar en lo que podamos.

            Por parte del Jurado se da la orden de salida a la primera regata cuando el reloj marca exactamente las cinco de la tarde, soltando vela el San José al que le responde, con un escaso margen de tiempo, su primo hermano Poeta Tomás Morales.

San José queda algo parado en la salida en su intento de quedarse lo más a barlovento posible una vez pasada la línea, mientras el Morales sale con mucha velocidad y pasa un pequeño apuro que le hace casi venirse la vela “sobre”. Al poco tiempo de la salida se observa como el Morales se la juega a ceñir lo máximo posible y se empieza a colocar peligrosamente a barlovento, con lo que comienza un precioso espectáculo.

Llegados a la altura de la baja del palo el Morales ha logrado 10 metros de barlovento, algo que no parece preocupar a los joselitos, que prefieren llevar el bote con velocidad, mientras el Morales, por momentos, navega con una notable inestabilidad.

Superada la Baja del Palo, con el Morales bien situado a barlovento, carga sobre el San José una fuerte racha de viento. En su intento de vaciar la vela hace que casi se le venga el bote de lúa. Sin embargo, la rápida reacción de su tripulación, llevando la palanca al palo, logra salvar el contratiempo aunque no pudo evitar que el Morales se colocase por delante. Recuperados, los joselitos optan por virar hacia tierra en busca de un recurso que les proporcionara una remota posibilidad de volver a meterse en la disputa de la victoria y, tras navegar a estribor varios minutos, deciden volver a virar a babor, saliendo situados a barlovento del rival, aunque ya éste se encuentra a una considerable distancia.

            Navegando a la altura del muelle de San Cristóbal el San José acaba trabucando, por lo que a partir de este momento el Poeta opta por no asumir riesgos, realizando una relativamente tranquila y segura navegación dando muestras, además, de no querer interferir de modo alguno en las regatas que aun permanecen “vivas”, intentando apartarse en cuanto alguno de los botes que navegaban por sus aguas se aproximaba. Nuestro reconocimiento a la deportividad demostrada una vez más por el representativo del barrio de San José.

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            El tercer emparejamiento de la tarde enfrentó a Puerto de la Luz y Archipiélago 8, con pronóstico general favorable al primero. Sale bastante mejor el Puerto que se coloca a barlovento y con mayor velocidad, mientras el Archipiélago sale algo trabucón, justo en el momento en el que llega al Túnel un viento racheado que atormenta bastante a los botes que ya se encuentran navegando.

            A los pocos minutos de la salida pasa muchas dificultades el Puerto con el viento racheado, al igual que el Archi8, aunque éste anda más prevenido por lo que observa ocurre por delante suyo, lo que desemboca en una aproximación por sotavento hasta lograr superar a su rival, que da claras muestras de no poder con la vela, más por una mala colocación del trapo que por escasez de peso en la banda. Así es que poco a poco el bote tricolor se va adelantando más y más hasta que, a la altura de San Cristóbal, ya se encuentra por delante, aunque algo a sotavento. El Puerto coge una buchada de consideración y su rival se adelanta de manera ostensible. Una vez que en el Puerto logran controlar la situación deciden virar hacia tierra en busca de algo que les haga recuperar parte del terreno perdido. Los chicos del Archipiélago optan por prolongar el bordo un minuto y viran a estribor para evitar sorpresas. De inmediato cambia el bordo la tripulación lucera para ver como, irremediablemente, las cosas se les han puesto muy, pero que muy difíciles.

Teniendo al Puerto de la Luz a la cuadra, vira el Archipiélago hacia fuera para acompañar a su rival teniéndolo bajo control.

            Se alarga el bordo hasta la altura del cementerio, lugar en el que el Puerto decide iniciar las hostilidades, cuando el Archipiélago se encuentra a una distancia de más de un minuto por delante, en la seguridad de que si su rival entra en el juego de los repiquetes les irán restando las diferencias poco a poco. El Archi le alarga bastante la vuelta y vira hacia tierra para cerrar puertas y ventanas que puedan dar respiro a su rival.

            En el tramo que transcurre entre el espigón y la línea de llegada el Puerto de la Luz intenta quemar sus últimos cartuchos e insiste en su invitación al rival para entrar en un juego de repiquetes, juego que acepta la joven tripulación del Archipiélago, seguros de poder administrar la relativamente considerable ventaja que tienen a su favor.

Finalmente se  hacen con el triunfo los chicos del “ocho islas”, triunfo que les hace ascender algunos puestos en la clasificación general.

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            Difícil se presentaba para la tripulación del Polivela anotarse la primera victoria de la temporada. Su enfrentamiento de esta jornada le emparejaba con el Pueblo Guanche, bote que, a priori, acudía a la cita como favorito. Pero no son fácilmente achantables los chicos de Instituciones y llegaron al túnel de La Laja con la noble intención de poner en dificultades al todopoderoso.

            Recibida la orden por parte del Comité de Regatas por medio del izado de su bandera verde, suelta vela el Poli encontrándose en mala colocación y no logrando sus tripulantes controlar la situación, lo que desemboca en una inevitable trabucada. A continuación suelta vela el Guanche con el propósito de no arriesgar lo más mínimo en el recorrido y llegar a la boya del muelle deportivo sin novedad, lo que le proporcionará una nueva victoria que permita mantenerle con aspiraciones a disputar los puestos de privilegio del campeonato.

            Tranquila fue la navegación de los del barranquillo, aunque tuvieron que andar ligeros en su reacción a la altura de la base náutica al verse sorprendidos por un contraste que pudo traerles algún disgusto de última hora.
 

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            San Cristóbal y Roque Nublo se enfrentaron en una nueva regata de rivalidad del barrio de San Cristóbal. Los chacalotes han demostrado tener una mejor puesta a punto hasta el momento, pero ya se sabe que un derby siempre es un derby. Para añadir un poco de pimienta al enfrentamiento, el Roque Nublo viene hoy patroneado por Antonio “el Seiko”. Más carne pal puchero. ¡¡ Ay mi madre, como el Seiko le gane a los chacalotes !! comentaba un sarcástico seguidor en el Túnel.

            Sale primero el San Cristóbal con una destacada velocidad mientras su rival cruza la línea de salida prácticamente parado. Han salido con vientos totalmente distintos. El bote de los chacalotes se va y se va y se va hacia delante, mientras el Roque se va y se va y se va hacia sotavento, aunque por momentos parece que gana unos metros hacia barlovento, en eso que los viejos del lugar siempre han llamado “ falsa bolina”. Realizan los botes un largo bordo y cuando se encuentran frente a su barrio la ventaja a favor de los chacalotes empieza a ser casi insalvable.

Tal como está el viento de fuerza y dirección, el Roque Nublo difícilmente podrá repetir el paseillo de Antonio el Seiko sobre la carretilla del lastre por el frontis de la base náutica.

            La regata transcurre sin excesivos sobresaltos para los chicos del San Cristóbal, que finalmente se anotan los tres puntos, en un año en el que están demostrando que las adversidades se pueden superar y que ya volverán tiempos mejores.

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            Expectación a raudales e interés manifiesto por parte de todos los aficionados presentes en el mirador del Túnel se respiraba ante la pega que enfrentaba a Tara del Mar y Santa Catalina. ¿Serían capaces las chicas de vencer a un histórico como el Catalina y alcanzar así un nuevo hito en su segunda década de existencia?. ¿Podrán los azulones superar a un rival que se ha puesto hoy su traje a medida y con quien las condiciones de viento y mar se han aliado en esta fresca tarde sabatina?. Estas y otras preguntas se hacían los aficionados en los momentos previos. Las respuestas comenzaron a llegar en cuanto las tripulaciones desplegaron sus velas para sentir como Eolo les proporcionaba un completo ramillete de caricias que de diferente modo debían ser sentidas y disfrutadas por los contendientes. Quien mejor se alíe con él, ese será quien se lleve sus beneficios.

            Toman la salida los botes en un momento de calmerío, Tara del Mar delante y con un poquito de velocidad, mientras el Catalina sale casi parado. Al estar más próximo al viento, el bote de las chicas se va aventajando cada vez más, aunque se encuentra en su camino a un Roque Nublo que navega muy lento, lo que obliga al Tara a abrir rumbo por unos momentos hasta superarle. Santa Catalina no parece superar el bache y se va quedando cada vez mas retrasado. En vista que no pude con su rival, los catalanistas deciden realizar un corto repiquete hacia tierra, superada la Baja del Palo, repiquete que no es contestado por el Tara.

            Llegados frente al barrio de San Cristóbal el bote azulón se empeña en pelear por el mantenimiento de un barlovento con respecto a su rival, pero el Tara sigue y sigue ganando terreno hacia la llegada y parece sentirse seguro en su galopada, que reanudó tras haber cargado una gran cantidad de agua y resolver positivamente y con prontitud.

            Cuando el Tara se encuentra frente a San Agustín navega con suficiencia y observando como su rival se navega por las mismas aguas que ellas han surcado varios minutos antes. No parece haber peligro inminente.

            Llegados al Muelle de Las Palmas el Tara decide asegurar sus “ahorros” y virar solo en los momentos en que el role le es favorable, independientemente de lo que su rival decida hacer. De este modo se presentan en la línea de llegada cuando el Catalina aun se encuentra a una considerable distancia.

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Cierra la jornada de regatas el emparejamiento entre Minerva y Unión Risco. El Minerva viene presentando un rendimiento bien diferente entre concursos y regatas. Por desconocidas razones, o tal vez no, en las pegas la Diosa ofrece a sus incondicionales mayor serenidad, esperanza y seguridad en si mismos. Por su parte el Risco se presenta con la vitola de invicto y el galardón de haber vencido ya al Guanche, uno de los gallos de la competición. Pero son conscientes los de San Nicolás que hoy tendrán enfrente a un hueso muy duro de roer.

            Sale bien el Minerva, muy firme, mientras el Unión Risco decide irse hacia el sur para salir con una buena ceñida, decisión que pronto surte sus efectos tomando la salida con gran firmeza, sin tormentos y con una proa envidiable, si no fuera porque el rival que hoy tienen enfrente es el Minerva y el patrón que llevan es un experto en eso del “manubrio”. El Risco se acerca bastante a la popa de su rival, aunque el Minerva se mantiene firme en su propósito de no perder la posición y aguanta bien la embestida amenazante. Poco a poco el Minerva se marcha hacia delante y hacia barlovento de su rival.

Ante la evidencia de no poder entrar por donde no se les deja hueco, los risqueros deciden jugar la baza de la velocidad, baza que van ganando lentamente y con firmeza, estableciéndose un bordo espectacular con apuestas distintas. Unos, los minervistas, optan por ceñir y ceñir mientras los otros optan por salirse del desvente y navegar con mayor velocidad. La partida acaban ganándola los del Risco que, a la altura de Cardoso ya han superado a su rival, aunque los del blanquiverde conservan un cierto barlovento.

            A la altura de Cardoso el Minerva ya se encuentra bastante retrasado con respecto a su rival, por lo que opta por virar hacia tierra, repiquete al que el Risco hace caso omiso y decide seguir navegando hacia el norte, en la seguridad de que, con el viento reinante, su rival a la larga acabará, cuando vuelva a virar en tierra, navegando a su popa. Y así fue.

            Lo que no estaba previsto en el guión era lo que aconteció a la altura del Cementerio. El Risco, después de superar algunos apuros provocados por el viento racheado, entra en una zona de contraste y no logra mantener el adrizamiento de la embarcación, siendo insuficientes los intentos de su tripulación y viendose abocados a un irremediable remojón. El bote trabuca con la consiguiente contrariedad y manifiesta impotencia de sus aficionados que, apostados en el mirador de Harimaguada, se las prometían felices ante la evidente superioridad del bote de sus colores, perdiendo así su imbatibilidad en la presente temporada.

            Tras el hecho de ver trabucado a su rival, el Minerva extrema sus precauciones para no verse sorprendido en un día en el que, tras un control inicial de su rival, se vio claramente superado en los tramos posteriores de la regata, navegando hacia la llegada para hacerse con los puntos en litigio.

            Los chicos del Risco, tras levantar de nuevo el bote, llegaron navegando hasta la llegada, haciéndose merecedores del reconocimiento del colectivo.
 

           

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El Regatón

Era la segunda de la tarde y enfrentaba a Villa de Agüimes y Portuarios siendo, sin ninguna duda, la que mayor expectación despertaba. Los de la Villa con la vitola de ser el bote que mayor ceñida ha demostrado en lo que llevamos de temporada y los del bote rojillo con el aval de mantenerse invictos y con un alto rendimiento.

            Suelta vela el Villa de Agüimes y  detrás lo hace el Portuarios con un considerable margen de tiempo, algo que se está haciendo habitual en las últimas temporadas entre botes igualados. Ambos botes pierden bastante velocidad una vez han tomado la salida, en un intento de no perder ni un celímetro de barlovento.

            Comoquiera que no consigue colocarse a barlovento, el Portuarios decide “abrir válvulas” y dar mayor velocidad al bote, consiguiendo de inmediato irse hacia delante por sotavento. ¿Compensará?, se preguntan en el mirador, junto al Tritón, los incondicionales rojillos.
   

            Llegados a la altura de San Cristóbal, aún en el mismo bordo de la salida, el Portuarios se encuentra ya por delante aunque el Agüimes insiste en mantener, conservar y hacer valer en el futuro una aparente calle de Barlovento.

            Cuando los botes pasan frente al Palacio de Justicia la ventaja del Portuarios empieza a ser notable, aunque el barlovento que conserva el Agüimes crea una duda razonable.

            El Portuarios estaba esperando su momento y ese momento le llegó. Encontrándose ambos botes a la altura del espigón, algo más al sur, los rojillos aprovechan un ligero role y optan por virar hacia tierra para clarificar la situación, con el apoyo añadido de la referencia que le daba el Poeta Tomás Morales que, aunque intentaba no intervenir en regatas ajenas, navegaba con un marcado rumbo por delante.

            Llegados a la proximidad en bordos encontrados, el Villa de Agüimes vira casi en la proa del Portuarios, por delante y a sotavento, manteniendo solo lo justo la vuelta los del Puerto, optando por virar hacia fuera para desmarcarse y salirse de la influencia del viento sucio de su rival. El Villa prolonga el bordo diez o doce esloras y le vira a barlovento y detrás.
El bordo a babor se alargaría hasta la altura del muelle Reina Sofía y ambas tripulaciones trabajan a conciencia intentando mantener su embarcación lo más plana posible, en aras de no ofrecer al rival ningún regalo y que el que gane lo haga por sus propios méritos y no por errores o flojeras ajenas de última hora.

Llegados al soco del muelle Sofía con bastante igualdad, aunque con el Portuarios en posesión de la ventaja de salida,  toma la iniciativa el Villa de Agüimes virando hacia la llegada, virada que es contestada sin retardo por el Portuarios. La proa del Portuarios, con rumbo aparente hacia la llegada, es cada vez mejor y la pequeña calle con la que inicia el bordo a estribor se va acrecentando cada vez más hasta convertirse en un verdadero “callejón”, llegando ambos botes juntos a la meta y haciéndose los chicos del bote colorado con los tres puntos y manteniendo, además, su imbatibilidad en el Campeonato.

Tras la celebración de la 7ª Jonada, pendiente de celebrarse la 2ª, las estadísticas están así:

7ª  JORNADA. Sábado 11 de junio.

San José	1	Poeta Tomás Morales	3
Villa de Agüimes	1	Portuarios	3
Puerto de la Luz	1	Archipiélago 8	3
Polivela	1	Pueblo Guanche	3
Unión Arenales		Guerra del Río
Unión San Cristóbal	3	Roque Nublo	1
Tara del Mar	3	Santa Catalina	1
Minerva	3	Unión Risco	1
Descansa: Porteño

Clasificación tras la 7ª Jornada (la 2ª sin celebrar)

	Bote	Ptos	R	G	P	E	D	R	N S
1º	T. Morales	18	6	6	0	0	0	0	0
2º	Portuarios	18	6	6	0	0	0	0	0
3º	Minerva	14	6	4	1	0	0	1	0
4º	Archi 8	14	6	4	2	0	0	0	0
5º	U. Risco	13	5	4	1	0	0	0	0
6º	P. Guanche	13	5	4	1	0	0	0	0
7º	Guerra	11	5	3	2	0	0	0	0
8º	San Cristóbal	10	6	2	4	0	0	0	0
9º	Puerto Luz	10	6	2	4	0	0	0	0
10º	Tara del Mar	10	6	2	4	0	0	0	0
11º	S. Catalina	9	5	2	2	0	0	1	0
12º	San José	9	5	2	2	0	0	1	0
13º	V. Agüimes	9	5	2	3	0	0	0	0
14º	Arenales	8	4	2	2	0	0	0	0
15º	Porteño	7	5	1	3	0	0	1	0
16º	Polivela	6	6	0	5	0	0	1	0
17º	Roque Nublo	5	5	0	5	0	0	0	0